El cuidado de nuestros dientes es fundamental para mantener una buena salud bucal y una buena salud general. Actualmente tenemos a nuestra disposición muchísima información que hace posible que podamos cuidar nuestra salud bucal de la mejor manera posible. Aparte de contar con numerosos profesionales del sector y cada vez una mayor especialización en las diferentes ramas que componen la odontología.
Sin embargo, a pesar de toda esa información y la importancia que los profesionales de la odontología y la medicina en general, dan al cuidado de nuestra boca, en muchas ocasiones no lo hacemos tan bien como debiéramos. Por esa razón, para incidir en esa importancia que hay que concederle al cuidado de nuestros dientes y encías, escribimos este artículo con todo tipo de datos y hechos curiosos sobre la caries, el cepillado, la higiene bucal, la boca en general… Así como algunos datos interesantes sobre el campo de la odontología e incluso, la dentición de los animales.
Con la finalidad de ofrecer una información adecuada, no hemos dudado en contactar con los mejores profesionales como los que trabajan en la Clínica Siero Dental que nos han aportado datos de lo más interesantes. Sin más preámbulo, veamos algunos de esos hechos curiosos.
Curiosidades sobre la caries
Sabemos que la caries se produce en gran medida a consecuencia de lo que comemos y bebemos. Chocolate, dulces, bebidas gaseosas o zumos de fruta, producen los ácidos que disuelven de forma gradual el esmalte y la dentina que componen los dientes.
Aquellas personas que ingieren más de tres refrescos al día, cuentan con un sesenta y dos por ciento más de posibilidades de padecer caries y sufrir una prematura caída de los dientes. Esto es aplicable por igual a las bebidas energéticas, razón por la que beber agua, es siempre la mejor opción.
Cuando se produce acumulación de placa, el ácido empieza a producir daños en la superficie de los dientes. Esto origina los orificios conocidos como caries y enfermedad de las encías, llegando en algunos casos, a provocar enfermedades como los abscesos y la caída de los dientes.
Lo sabemos de sobra pero lo repetimos aunque no sea un dato curioso: a mayor ingesta de azúcar, mayor riesgo de caries.
Durante las primeras etapas, la caída de los dientes no produce síntomas, aunque las visitas regulares al dentista, pueden detectar estos problemas con tan solo una radiografía.
No todos los enjuagues bucales son iguales. Los que se compran en una tienda, combaten el mal aliento una hora, pero el especialista puede recomendarte los mejores para tu caso en particular.
Comer coco es un factor favorable para reducir las posibilidades de padecer una enfermedad de las encías o sufrir caries. Se trata de un alimento con propiedades naturales como antibacteriano.
Curiosidades respecto al cepillado de dientes y la higiene bucal
Resulta tan fácil como habitual creer que basta con cepillar los dientes. Sin embargo, no utilizar el hilo dental, hace que dejemos sin limpiar un cuarenta por cien de la superficie del diente. Aunque estudios más recientes, señalan que un buen cepillado, abarca gran parte de las piezas dentales y los espacios interdentales.
Cepillar los dientes dos veces al día, como mínimo, evita el riesgo de que se produzca la caries. Con cada cepillado, se elimina la placa causante del problema.
Cambiar los cepillos cada tres meses, es algo que no solemos hacer pero deberíamos. Con el uso, los cepillos de dientes, pierden su efectividad. En el caso de padecer gingivitis, el cambio debe realizarse con mayor frecuencia: cada cuatro o seis semanas. Las bacterias, aunque no lo veamos, se quedan en las cerdas esperando su momento.
En el caso de estar enfermo, es conveniente enjuagar el cepillo con agua caliente tras su uso y cambiarlo lo antes posible.
Existen trescientos tipos de bacterias que constituyen la placa dental.
Resulta mejor opción lavarse los dientes antes del desayuno o las comidas o, por el contrario, esperar unos treinta minutos tras la ingesta de alimentos. La comida y la bebida debilitan el esmalte dental, por lo que si se realiza el cepillado en ese momento, es más fácil que el esmalte se erosione.
Un cepillo de dientes normal, se compone de cuarenta mechones de cerdas que, sumadas dan como resultado un total de más de dos mil quinientas. Estos grupos de cerdas se introducen en los agujeros de la cabeza del cepillo a la que se adhieren mediante la aplicación de calor.
Obtener una buena limpieza de los dientes es fácil: solo lleva dos minutos. Aun así, la mayoría emplean solo cuarenta y ocho segundos.
Si tiramos de la cadena del inodoro con la tapa abierta, las partículas que se desprenden al aire, pueden viajar hasta el cepillo de dientes. Se recomienda guardarlo en un cajón o mantenerlo a dos metros de distancia.
El tema de la tapa del cepillo de dientes puede no ser tan bueno como parece. Mantener las cerdas cerradas puede facilitar la acumulación de bacterias por la humedad.
Mantener el cepillo libre de bacterias es fácil, basta con enjuagarlo en el enjuague bucal de vez en cuando.
El primer comercial sobre publicidad de un cepillo dental se realizó en mil novecientos treinta y ocho y la primera pasta de dientes, ser creo en mil novecientos ocho, tras diecisiete intentos.
A la hora de elegir un color para el cepillo de dientes, el más elegido es el azul.
La boca también encierra curiosidades
Dentro del cuerpo humano, el esmalte de los dientes, es la sustancia más fuerte. A pesar de que así sea, no es buena idea abrir botellas con la boca.
Las personas diestras mastican la comida por la parte derecha.
Como sucede con las huellas dactilares, la huella de la lengua es única de cada persona. Así como la impresión dental de cada uno, pues cada persona tiene un tamaño y forma diferentes.
Los dientes se forman desde que él bebé se encuentra en estado de gestación.
Cada papila gustativa, tiene una vida útil de diez días. Los sabores que reconocen son cinco: amargo, agrio, salado, dulce y unami. Este último se reconoce en los alimentos que contienen glutamato monosódico, suave pero prolongado.
Vamos con las curiosidades del campo de la odontología
La odontología como disciplina médica, se remonta al año doscientos antes de Cristo. Diversos estudios arqueológicos, han descubierto que los egipcios tuvieron un primer acercamiento al tratamiento de los dientes. En la Antigua Grecia y Roma, se utilizaron otras herramientas y se añadieron elementos como su rudimentaria pasta de dientes.
Los antiguos griegos, utilizaban el talco, la piedra pómez, el alabastro, polvo de coral y óxido de hierro como pasta de dientes.
El considerado como primer dentista del mundo, se llamaba Hesy-Ra y vivió en Egipto hace siglos.
Durante el siglo XVII la labor del dentista se dejaba en manos de herreros y barberos.
La caries se ha rellenado desde tiempos remotos con materiales como la goma, piedras de minúsculo tamaño e incluso resina de aguarrás.
El nombre de la primera licenciada en odontología era Lucy Beaman Hobbs y obtuvo su licencia en mil ochocientos sesenta y seis.
La primera higienista dental, aprendió en mil novecientos seis del doctor Alfred Fones, las técnicas de higiene. Irene Newman hizo su primera profilaxis profesional un año después.
Una empresa conocida como Codman and Shurtleff Inc. creó el primer hilo dental en mil ochocientos ochenta y dos. Esta compañía fue adquirida en mil novecientos sesenta y cinco por la hoy conocida como Johnson and Johnson.
Algunas curiosidades sobre dentición animal
La dentadura de los animales también presenta algunas curiosidades que pueden resultar interesantes, como por ejemplo que a los dinosaurios les crecían dientes nuevos en caso de pérdida o rotura.
Un diente fosilizado de un tiranosaurio rex puede llegar a pesar medio kilo.
La boca de los caracoles no tiene mayor tamaño que la cabeza de un alfiler, pero cuenta con veinticinco mil dientes.
Nuestros amigos los canidos, tienen cuarenta y dos piezas dentales; los felinos treinta; los cerditos cuarenta y cuatro; y los armadillos ciento cuatro.
Los elefantes tienen la capacidad de rechinar sus muelas y de genera nuevos dientes si se les dañan.
El mamífero más grande del mundo, la ballena azul, no tiene dientes.
Dentro del mundo acuático, los delfines, utilizan sus dientes solo para agarrar el alimento. No mastican porque carecen de músculos.
Otro animal de pequeño tamaño pero muchos dientes es el mosquito: cuarenta y siete piezas dicen.
En resumidas cuentas, las cuestiones odontologías, están repletas de detalles interesantes y datos en extremo curiosos. Aunque en determinados aspectos, cabe señalar que la información es muy repetitiva, por lo que deberíamos tenerla en cuenta. Si tanto se dice, por algo será. Sobre todo cuando los datos que aporta la OMS sobre salud oral estima que las enfermedades orales, afectan ni más ni menos que a tres billones y medio de personas. Es decir la mitad de la población mundial. Siendo la caries sin tratar, la condición de salud más común que podemos encontrar en todo el globo. Razón de más para dedicar un poco de tiempo a nuestra higiene bucal y hacerlo de forma adecuada.