En un país como el nuestro, podemos encontrar una playa perfecta para descansar, una ciudad que en cada uno de sus rincones respire historia, varias de las mejores pistas de esquí de Europa y, por si eso os pareciera poco, varias de las mejores escapadas de corte rural que nos podemos encontrar a lo largo y ancho del mundo. La variedad de turismos que pueden practicarse en España es una de las grandes razones por las cuales estamos dentro del podio de países más visitados año tras año, algo que no es tan fácil de conseguir.
Hay que hacer mención especial a todo lo que tenga que ver con el turismo rural. Y es que este ha sido uno de los modelos de turismo que más ha tardado en aparecer en nuestro país. Hasta hace nada, solíamos tener en consideración todo lo relativo al turismo que aquí consideramos más habitual, el que afecta a las ciudades costeras del mediterráneo o las islas. Pero el turismo rural ha venido creciendo de un modo imparable de un tiempo a esta parte, contando todavía con un amplio margen de mejora que vamos a ir descubriendo con el paso de los años.
En 2016, el diario El Economista publicaba en su página web que la cuota de mercado del turismo rural en un país como el nuestro era del 27%. Se trataba, además, de una rama que venía creciendo de una manera interesante y que contaba con una notable presencia de turistas extranjeros (principalmente alemanes, franceses y británicos), que suponían un 7% del 27% que mencionábamos. Ni que decir tiene que el turismo de corte internacional es clave en el desarrollo de cualquier modelo turístico y el rural es uno de los mejores ejemplos que se pueden encontrar para ello.
Seis años más tarde (y una pandemia de por medio, porque sí que es cierto que esa enfermedad ha tenido una influencia en lo que vamos a decir a continuación), una noticia publicada por el diario Newtral aseguraba que el turismo rural continuó ganando terreno durante el 2022 puesto que casi la mitad de los españoles realizaron escapadas a la naturaleza. Y está claro que tiene toda la pinta de que esto se va a seguir disparando de cara a los siguientes años. No es para menos, sobre todo si tenemos en cuenta que los establecimientos rurales han mejorado en número y también en calidad.
Son varios los factores que explican la mejoría en beneficio y popularidad del turismo rural en España. Por una parte, se ha producido un aumento en el número de clientes que han experimentado una escapada rural y, por otra, se ha engrandecido el tipo de público que suele acometer escapadas de este tipo. Según los profesionales del Cortijo El Sapillo, los clientes, que antes eran de una edad comprendida entre los 35 y los 55 años, ahora tienen un rango de edad mucho más grande. Eso es lo que le ofrece al sector una buena gama de posibilidades de crecimiento para el futuro.
Una apuesta en la que nadie ha de quedar excluido
Al igual que sucede con el turismo de sol y playa, es imprescindible convertir este turismo en algo todavía más popular. En muchas ocasiones, orientamos ese modelo de turismo al visitante internacional. En lo que tiene que ver con el turismo rural, no nos podemos olvidar de ese turista que viene de fuera. De hecho, es mucho más fácil recibir a turistas en lugares rurales por una sencilla razón: el turismo de sol y playa dispone de un número de localidades limitado, pero el turismo rural se extiende a lo largo y ancho de todo el territorio español.
Ese es, desde luego, uno de los motivos por los que España debe seguir confiando en las posibilidades que tiene un modelo de turismo como el rural. En otros países de nuestro entorno, ese modelo de turismo proporciona una ingente cantidad de beneficios y la verdad es que España, en términos rurales, no tiene nada que envidiar a países como Alemania o Francia. Es una simple cuestión de creérselo y confiar en las posibilidades que tiene nuestro país. Las instituciones públicas deben promover, al igual que lo hacen con las ciudades costeras, el turismo rural.
Disponemos de todos los ingredientes para hacer de España una potencia mundial en turismo rural. Y sería una verdadera lástima que dejáramos escapar una oportunidad como la que tenemos delante de nuestros ojos. No cabe la menor duda de que eso pondría a nuestro país en una posición todavía mejor en lo que está relacionado con los beneficios ligados al turismo, que ya son muchos, pero que pueden ser más. Nuestra economía recibiría esa noticia con los brazos más que abiertos… y la tasa de desempleo haría lo propio.