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Odontología y sostenibilidad

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Está en boca de todos. Cada vez cuenta con más presencia en nuestro día a día. La sostenibilidad ya no es un concepto utópico, el sueño de unos cuantos para lograr un mundo mejor para todos. Cuidar de nuestro planeta al mismo tiempo que nos cuidamos a nosotros mismos, es una realidad posible que cada vez, hacemos con mayor facilidad. El reto de la sostenibilidad pone a prueba a toda la sociedad: ciudadanos de a pie, empresas y gobierno, siguiendo las mismas líneas para alcanzar un fin común.

Nada ni nadie escapa al desarrollo sostenible, el reciclaje y el consumo responsable. Pilares sobre los que se sustenta el concepto de sostenibilidad del que hablamos. Tal vez no nos paramos a pensar en qué medida afecta esto a todos los ámbitos de la vida, sin embargo, no hay sector o parte de la población que no se vea implicado. Entre ellos, encontramos el campo de la odontología que también se une al reto de la sostenibilidad. Empezando por las clínicas odontológicas como Ortodoncia Mirasierra, expertos en ortodoncia y pasando por los diferentes estratos del sector, la odontología cuenta con sus propias líneas de acción, incluidas en la archiconocida (aunque solo sea por su nombre) Agenda 2030.

Basta con reparar en los materiales que utiliza un odontólogo para darse cuenta en que algunos cambios realizados, apoyan firmemente el camino de la sostenibilidad y reducen su propia huella de carbono. Esto no quiere decir ni mucho menos que se trate de un sector contaminante. Pero nos proporciona una idea clara de en qué medida, todos y cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para convertir nuestro planeta en un mundo mejor.

Para poder comprender mejor el nexo que une la odontología con la sostenibilidad, primero debemos comprender con claridad, en que consiste la Agenda 2030 y cuáles son los objetivos que en ella se plantean, así como las medidas a tomar y llevar a la práctica.

Agenda 2030

Hay que remontarse a principios del milenio. Con la llegada del año dos mil, la Organización de las Naciones Unidas, lanzo una serie de objetivos con el propósito de reducir la pobreza extrema en los diferentes lugares del mundo, las tasas de mortalidad infantil y luchar contra las epidemias que azotan a la población en distintos puntos, al tiempo que se fomenta una alianza internacional para el desarrollo.

Estos objetivos se denominaron como Objetivos de Desarrollo del Milenio y estaban compuestos por ocho objetivos y veintiocho metas que debían alcanzarse antes del año dos mil quince. Antes de que venciera el plazo establecido, la ONU, inicio un proceso de revisión de los problemas para buscar soluciones plausibles a los mismos. De esta manera, se concibió una Agenda Internacional de Desarrollo, la Agenda 2030 y con ella, los objetivos de desarrollo sostenible.

La fecha clave fue el veinticinco de septiembre de dos mil quince, en aquel momento, los ciento noventa y tres estados que componen la ONU, aprobaron las Agenda 2030, un plan muy ambicioso que pretende alcanzar la prosperidad respetuosa con el planeta y, por supuesto, sus habitantes. Esta agenda, se compone de diecisiete ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) que se dividen en ciento sesenta y nueve metas. Todas ellas a cumplir en el año dos mil treinta y con una clara intención: no dejar a nadie atrás. Ahora que la amenaza del cambio climático se cierne con mayor fuerza sobre el planeta, estos ODS son cruciales para que el futuro de la humanidad no se vea comprometido.

Los ejes centrales de la Agenda 2030 se basan en cinco dimensiones:

  • Las personas: poner fin a la pobreza y el hambre, procurar que todos los seres humanos puedan explotar su potencial con dignidad e igualdad.
  • El planeta: proteger la Tierra contra su degradación a través de una producción y gestión de los recursos naturales sostenible, ejecutando medidas que frenen el cambio climático.
  • Prosperidad: lograr que todos los seres humanos puedan tener una vida prospera y plena, con un progreso económico, social y tecnológico en armonía con la naturaleza.
  • La Paz: alcanzar sociedades pacificas que sean justas e inclusivas, lejos del temor y la violencia.
  • Una participación colectiva: utilizar los medios necesarios para implementar la Agenda 2030 con una alianza de solidaridad centrada en los más vulnerables.

Con estos pilares como base y eje central se conciben los diecisiete ODS a cumplir dentro del plazo estipulado: fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar para todos; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructuras; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumo responsable; acción por el clima; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; alianzas para lograr el alcance de los objetivos.

Como se puede observar, el plan que compone la Agenda 2030, no deja un cabo suelto. Ampara prácticamente todos los puntos débiles que se deben corregir y reforzar para alcanzar la sociedad tan deseada. Un mundo para todos, en el que todos tengan su lugar y cuenten con los mismos derechos, deberes y oportunidades en igualdad de condiciones. Además de hacer de nuestro planeta ese mundo sostenible que es por si mismo y solo se ve degradado por la acción del ser humano.

No se puede saber con certeza si existe alguna posibilidad de que se cumplan tales objetivos en los seis años de plazo que quedan para que finalice la Agenda 2030. Lo que sí sabemos es que, paso a paso, se hace el camino.

Aportaciones del campo de la odontología

Cualquier acción cuenta. Por pequeña que esta sea. Por eso, el mismo Consejo de Dentistas, aborda la cuestión de la sostenibilidad haciendo hincapié en un objetivo concreto: concienciar sobre la importancia de ejercer una Odontología sostenible. Para ello, el Consejo ha elaborado el Libro Blanco sobre “La sostenibilidad en las clínicas dentales en España”, que da a conocer las prácticas necesarias para proteger el medio ambiente. En dicho libro, se recogen y analizan los datos recabados a más de quinientos cincuenta profesionales de la odontología, en base a los cuales se hacen propuestas factibles que contribuyen a mejorar la salud del planeta.

Dentro del estudio realizado, se observan datos como el hecho de que la mayoría de odontólogos recicla el papel y el plástico de la consulta. En este mismo sentido, un noventa por cien de los profesionales afirma depositar de manera correcta los residuos, aunque solo un trece por ciento informan a sus pacientes al respecto del reciclaje sobre los productos de higiene dental.

Casi un treinta por cien de los profesionales, han puesto en marcha planes que fomenta el transporte activo de su personal en transporte público, bicicleta o a pie. Así como un tercio de los mismos, opta por reuniones virtuales para reducir el número de desplazamientos.

En cuento a la huella ecológica del sector, un diecinueve por cien procede de las compras y adquisiciones, por lo que se pretende modificar los patrones de compras, haciéndolos compatibles con la viabilidad económica de la clínica, como reto a medio plazo. Globalmente hablando, un veinte por ciento de odontólogos, han emprendido el camino de la sostenibilidad en este aspecto, intentando escoger a los proveedores en función de su sostenibilidad.

Los datos de este estudio, indican que son los profesionales más jóvenes y los que llevan más de quince años ejerciendo en el sector los más comprometidos en este proceso.

Otro de los aspectos en los que trabajan los odontólogos es el ahorro energético y de agua. En este sentido, el noventa y tres por cien de los profesionales han cambiado las bombillas convencionales por las de bajo consumo, mientras que el cuarenta por cien, ha contratado proveedores de energía verde. Tan solo un cincuenta y cinco por cien de los dentistas han realizado un correcto aislamiento térmico de las clínicas, algo comprensible debido a la inversión inicial que supone.

Referente al consumo de agua, algo más del sesenta por cien, tiene una instalación de cisternas de bajo consumo en el retrete y únicamente el once por cien, cuenta con sensores de movimiento en la grifería. Como medida preventiva para evitar posibles fugas de agua, casi el sesenta por cien, realizan revisiones de forma periódica.

Todas las clínicas odontológicas cumplen de manera rigurosa con la normativa vigente a nivel estatal, autonómico y local que regula y controla los residuos y emisiones.

Algunas de las ideas que propone el Consejo para seguir avanzando en sostenibilidad, incluyen la implementación de un programa de esterilización amigable con el medio ambiente, limitar el uso de amalgama a lo estrictamente necesario, utilizar materiales reutilizables siempre que sea posible, deshacerse de los productos en aerosol, reciclar, utilizar reguladores de luz y termostatos programables…

En definitiva, cambiar algunos hábitos y concienciarse sobre la necesidad de evitar el despilfarro y hacer un consumo responsable, son algunas de las medidas que todos y cada uno de los habitantes del planeta, debemos llevar a cabo. Como se puede observar, hasta un sector tan aparentemente inocuo como el dental, tiene mucho que aportar en cuestiones de sostenibilidad.

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