Los tratamientos estéticos son procedimientos destinados a mejorar la apariencia física y la confianza en uno mismo mediante técnicas no invasivas o mínimamente invasivas. En la actualidad, la demanda de tratamientos estéticos está en constante aumento, ya que las personas buscan mantener una apariencia joven, saludable y radiante.
En este sentido, este tipo de terapias son cada vez más habituales en todo el mundo y, por ello, el número de técnicas habituales aumenta con el paso del tiempo. Si bien, hoy en día, entre las más comunes nos encontramos con:
- Toxina botulínica (Botox): la toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox, es uno de los tratamientos estéticos más populares y demandados en todo el mundo. Se utiliza para suavizar y reducir la apariencia de arrugas y líneas de expresión en áreas como la frente, el entrecejo y las patas de gallo alrededor de los ojos. El Botox funciona relajando los músculos faciales subyacentes, lo que provoca una reducción temporal de las arrugas y una apariencia más juvenil y descansada.
- Rellenos dérmicos (Ácido hialurónico): los rellenos dérmicos, como el ácido hialurónico, se utilizan para restaurar el volumen facial perdido, suavizar las arrugas y líneas finas, y mejorar la apariencia de los labios, las mejillas y otras áreas faciales, tal y como nos detallan los expertos en este tipo de productos como el ácido hialurónico Neuramis Deep de Medyzon, quienes comercializan a los profesionales del sector las novedades más importantes del mercado. Así, según ellos, el ácido hialurónico es una sustancia natural que se encuentra en la piel y se utiliza en forma de gel para rellenar y dar volumen a las áreas tratadas, logrando resultados naturales y de larga duración.
- Peelings químicos: son tratamientos estéticos que consisten en la aplicación de una solución química en la piel para eliminar las capas externas dañadas y promover la regeneración celular. Estos tratamientos pueden ayudar a mejorar la textura de la piel, reducir la apariencia de manchas, arrugas y cicatrices, y lograr un cutis más suave, luminoso y uniforme.
- Láseres y tratamientos de luz pulsada intensa (IPL): se utilizan para una variedad de afecciones cutáneas, incluyendo la eliminación de vello no deseado, el tratamiento de manchas solares, el rejuvenecimiento facial, la eliminación de lesiones vasculares y el tratamiento del acné. Estos tratamientos funcionan mediante la emisión de energía lumínica que es absorbida selectivamente por las estructuras objetivo en la piel, logrando resultados precisos y efectivos.
- Microdermoabrasión y dermoabrasión: son tratamientos que exfolian y rejuvenecen la piel mediante la eliminación de las capas externas dañadas y la estimulación de la regeneración celular. La microdermoabrasión utiliza partículas exfoliantes suaves, mientras que la dermoabrasión utiliza un dispositivo abrasivo para lograr resultados más profundos. Estos tratamientos pueden ayudar a mejorar la textura de la piel, reducir las arrugas y líneas finas, y tratar el acné y las cicatrices.
- Tratamientos de rejuvenecimiento facial con radiofrecuencia: utilizan energía de radiofrecuencia para calentar las capas más profundas de la piel y estimular la producción de colágeno y elastina. Esto ayuda a tensar y reafirmar la piel, reducir la flacidez y las arrugas, y mejorar la textura y luminosidad de la piel. Los tratamientos de radiofrecuencia son seguros, cómodos y no invasivos, y pueden ofrecer resultados visibles con poco o ningún tiempo de inactividad.
¿Cuáles son los tratamientos estéticos menos comunes?
Aunque hay una serie de tratamientos estéticos populares y ampliamente conocidos, también existen opciones menos comunes que pueden resultar menos familiares para muchas personas. Estos tratamientos más raros a menudo se centran en necesidades específicas o en áreas menos convencionales del cuerpo. De ellos, algunos son:
- Carboxiterapia: es un tratamiento estético que implica la introducción de dióxido de carbono (CO2) medicinal en la piel mediante pequeñas inyecciones. Se utiliza para tratar la celulitis, las estrías, la flacidez de la piel y las ojeras, entre otros problemas estéticos. El CO2 estimula la circulación sanguínea y el metabolismo celular, lo que puede mejorar la apariencia de la piel y reducir la grasa localizada.
- Crioterapia corporal: se trata de un tratamiento estético que implica la exposición del cuerpo a temperaturas extremadamente frías durante un corto período de tiempo, generalmente mediante el uso de una cámara criogénica o aplicadores especiales. Se utiliza para estimular la circulación sanguínea, reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la apariencia de la piel. Aunque menos común que otros tratamientos corporales, la crioterapia ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus posibles beneficios para la salud y el bienestar.
- Microagujas para el cuero cabelludo: este tratamiento implica el uso de un dispositivo de microagujas para realizar pequeñas punciones en el cuero cabelludo, lo que puede estimular la producción de colágeno y mejorar la circulación sanguínea en el área. Se utiliza para tratar la pérdida de cabello, la calvicie y otras condiciones relacionadas con el cuero cabelludo. Aunque menos común que otros tratamientos para la pérdida de cabello, las microagujas para el cuero cabelludo están ganando interés debido a su potencial para promover el crecimiento del cabello y mejorar la salud del cuero cabelludo.