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Los espacios de coworking del centro de las ciudades, necesarios para cuidar de la Tierra

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Hay problemas de índole social contra los que hay que combatir de una manera rápida y eficaz porque, en caso contrario, pueden hacer que la calidad de la vida de las personas se reduzca de una manera más que considerable. De este tipo de problemas podemos encontrar varios en los momentos en los que nos encontramos. Podríamos hablar de las desigualdades, del efecto que provoca la inflación o del peligro que tiene el hecho de que haya países, entre ellos España, que parezcan más preocupados por elevar el gasto militar que en corregir algunas de las cosas que pasan a nivel interno. Nosotros, en estos párrafos, vamos a hablar de un problema como lo es la degradación del medioambiente.

Y es que este es uno de los asuntos de los que tenemos que permanecer más pendientes. Durante las últimas décadas, la calidad de vida en el planeta se ha reducido de una manera más que considerable como consecuencia del aumento en el consumo de recursos naturales, entre otras cosas. Y, claro, esto es algo que ha derivado en situaciones como las provocadas por un aumento en lo que respecta a la temperatura media del planeta o en asuntos como los relacionados con la presencia de un aire mucho más contaminado y que apenas deja espacio para que podamos respirar con tranquilidad en las grandes ciudades.

Es la hora, por tanto, de que la sociedad empiece a tomarse todavía más en serio este tema. Hasta ahora, hemos visto políticas medioambientales que han tenido una contribución importante en este sentido: reducir la dependencia de los combustibles fósiles sobre todo en materia de vehículos, reducir los plásticos de un solo uso, potenciar todo lo que tiene que ver con las energías renovables… y ahora creemos que es momento de incentivar todavía más todo lo que tenga que ver con el transporte público, que es básico para que esa dependencia de los vehículos propios y que siguen siendo contaminantes se reduzca todavía más.

Lo primero que tiene que ocurrir para que se use más el transporte público es que las distintas partes de las ciudades dispongan de al menos un tipo de transporte que les permita llegar hasta otros lados dentro de la misma urbe. Y también debe ocurrir que ese transporte público sea eficaz. Es de ese modo como la gente puede confiar en que va a poder llegar a su destino sin tampoco destinar una cantidad de tiempo demasiado elevada. A fin de cuentas, eso es lo que a todos nos interesa puesto que sabemos que, si es así, nos va a salir mejor desde el plano temporal y también desde el económico coger el transporte público que usar nuestro propio coche para llegar al sitio al que queramos llegar.

Que los centros de trabajo se encuentren ubicados en lugares en los que existan diversas opciones en lo que respecta a transporte público también es una cuestión que se debe tener en cuenta. Es verdad que, a veces, eso es muy complicado porque una fábrica que se tiene que encontrar en un entorno industrial como lo es un polígono. Pero también es verdad que hay muchos espacios de oficinas que se pueden encontrar en entornos como de los que estamos hablando, en el centro de las ciudades, para que de ese modo mucha gente pueda acudir a ellos sin necesidad de usar un medio de transporte privado y que le salga más caro tanto a ella misma como al planeta.

Esto que acabamos de comentar se está empezando a convertir en una tendencia entre muchas de las empresas que existen en nuestro país. Tengamos en cuenta que, ahora, una de las cosas que más se valora en lo que respecta a la imagen de un negocio es que tenga una política de responsabilidad social corporativa, algo que demuestre que está interesada en mejorar las condiciones de nuestro planeta, por ejemplo, o que muestre algunos de los programas en los que está trabajando para favorecer la integración social de los colectivos que puedan ser más vulnerables. Que no os quepa la menor duda de que esto también es un argumento de ventas para el conjunto de la clientela.

Hay un montón de empresas que se han concienciado en todo lo que respecta al cuidado del medioambiente y que han tomado una serie de medidas para llevar a cabo esa política. Una de las cosas que se están poniendo de moda y que de hecho ya son populares en lo relativo al mundo empresarial es la contratación de espacios para reuniones. ¿Por qué? En Cn Centros de Negocios atribuyen esto a la flexibilidad que se les aporta a las empresas puesto que los espacios de coworking son ideales tanto para pequeños como para grandes negocios. La céntrica ubicación de estos espacios, además, provoca que sean accesibles a las empresas y que se pueda acceder a ellos a través del transporte público, minimizando de esta manera el coste del transporte y el impacto que eso supone para el estado de salud del planeta.

Gracias a una cuestión como esta, entre otras cosas, se están consiguiendo grandes avances en lo que tiene que ver con la cantidad de pasajeros que usan transporte público en ciudades como Madrid. Uno de los ejemplos que lo ponen de manifiesto proviene de la web de La Razón y asegura que el transporte público de Madrid había batido un récord con más de 1.700 millones de pasajeros a lo largo de 2024. Lo cierto es que son datos para la esperanza y que demuestran que estamos en el camino correcto para hacer posible que la dependencia con respecto al transporte privado descienda cada vez un poco más.

La ciudadanía se está dando cuenta de lo apremiante que es seguir apostando por cuidar de la Tierra 

Con el paso de los años, cada vez son más las personas que se están dando cuenta de que realizar políticas medioambientales es una necesidad imperiosa para la sociedad en la que se encuentran. Por eso ha crecido la preocupación en lo relativo a varios temas y por eso hay cada día más personas que procuran llevar a cabo actividades como el reciclaje, que son básicas para que el estado de salud de nuestro planeta no se resienta. A fin de cuentas, cada día también somos un poco más conscientes de que, si bien nosotros a nivel individual no podemos salvar el mundo, sí que somos un eslabón de la cadena que va a procurar ponerle freno a la degradación del entorno.

Y es que la calidad del aire es una de las cosas que están preocupando a los ciudadanos de las grandes ciudades. Uno de los artículos publicados por la web de Racc aseguraba que la mala calidad del aire estaba preocupando a los ciudadanos y ciudadanas de Madrid y Barcelona. Y la verdad es que no es para menos. Al acercarnos a la capital de España por cualquier medio, nos vamos dando cuenta de la enorme campaña de humo y contaminación que existe sobre la ciudad. Y eso, como ya sabéis, tiene una gran influencia en el bienestar de las personas que se mueven en esa área de terreno, por mucho que sea por unas pocas horas.

Los jóvenes han hecho mucha fuerza para que la gente se empiece a tomar en serio un tema como del que estamos hablando. Han sido ellos y ellas quienes han liderado todas las protestas que se han originado en lo relativo al mantenimiento de políticas que sean efectivas y que contribuyan a cambiar las cosas. Son ellos también quienes se encuentran más angustiados con este tema puesto que saben de sobra que son las principales víctimas del cambio climático puesto que todavía les quedan muchas décadas de existencia y la elevación de la temperatura media del planeta puede ser espectacular a lo largo de su vida.

Pero también es justo que digamos que, si bien son los jóvenes los que más se están volcando en esta cuestión, es la sociedad en su conjunto la que se encuentra cada vez más concienciada en lo que tiene que ver con este tema. Y no es para menos. Las evidencias que acompañan a la teoría del cambio climático son muchísimas por mucho que haya determinadas personas y organizaciones (principalmente con un interés político detrás) que lo nieguen. No se puede negar lo que ha sido demostrado en repetidas ocasiones y que es irrefutable.

Podríamos decir, casi sin temor a equivocarnos, que hemos estado hablando a lo largo de todos estos párrafos del principal desafío al que se enfrenta el ser humano durante el próximo siglo. Si somos capaces de revertir la situación, el planeta será un espacio todavía habitable. Pero, si seguimos con la misma tendencia, empezaremos un proceso de autodestrucción que entonces no tendrá solución. Será demasiado tarde para implementar cambios y el género humano estará condenado a la extinción. Es hora, por tanto, de que nos pongamos manos a la obra.

 

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