Cuando una pareja casada decide separarse, puede anular su compromiso a través del divorcio. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de rupturas matrimoniales en 2022 fue de 90.582.
Pero muchas parejas deciden pedir simplemente la separación porque el divorcio no es gratis. El costo varía del tipo de divorcio que se celebre, pero podemos situarlo entre los 500 y los 5.000 euros.
Además, hay factores externos que también afectan el precio total del procedimiento, como los honorarios de abogados y procuradores. Hay dos tipos principales de divorcios: el divorcio de mutuo acuerdo y el divorcio contencioso.
Cada tipo de divorcio tiene sus características particulares y un precio económico diferente. El divorcio es de mutuo acuerdo cuando ambos cónyuges coinciden en la decisión de poner fin al matrimonio.
La pareja puede contratar los servicios de un mismo abogado y el precio se abarata aún más si no hay hijos.
Es posible llevar a cabo un divorcio de mutuo acuerdo sin la presencia de un procurador y ante notario público. Se trata del divorcio notarial o divorcio express, que fue introducido mediante la Ley 15/2015, de 2 de julio en el Código civil en materia de separación, divorcio y efectos comunes.
El divorcio notarial permite la disolución del compromiso por la vía no judicial, pero siempre que la pareja tenga, como mínimo, tres meses de casados, no tengan hijos menores en común y que ambos hayan tomado la decisión.
«Existen algunas excepciones a esta norma: riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los hijos de ambos o de cualquiera de los miembros del matrimonio», informan desde el diario La Vanguardia.
Pero si hay hijos en común, este divorcio solo podrá tramitarse en el juzgado. Un divorcio de común acuerdo ronda los 1.000 euros si el procedimiento se realiza ante un juzgado. Sin embargo, un divorcio notarial, puede rondar los 400-500 euros.
El divorcio es contencioso o sin mutuo acuerdo cuando ambos cónyuges no coinciden en las negociaciones, o una de las partes no quiera aceptar el divorcio.
Los abogados Watson nos informaron que los honorarios del abogado oscilan entre 1.000 y 2.000 euros, a lo que hay que sumar los honorarios del procurador, alrededor de 500 euros.
Incluso, es posible que haya que realizar averiguaciones patrimoniales e informes periciales, lo que implica sumar otros 1.500 euros.
Es un divorcio muy costoso y las partes no pueden ser representadas por el mismo abogado y procurador, así que los gastos se duplican.
Las parejas con hijos menores de edad en común, la ruptura matrimonial suele generar aún más gastos, ya que es necesario la presencia de un psicólogo infantil o perito, por ejemplo, este cobraría unos 1.000 euros por intervenir y otros 300 euros por declarar en el juicio.
Si al final del juicio, uno de los cónyuges no está de acuerdo con la decisión y quiere recurrir, hay que sumar unos 900 euros más. Un divorcio contencioso puede llegar fácilmente a los 5.000 euros por cónyuge.
Cada vez son menos las parejas que ni siquiera pasan por el juzgado para divorciarse. En el año 2022 casi un 12,9% de quienes se divorciaron lo resolvieron en el notario. Además, ocho de cada diez fueron de mutuo acuerdo.
Y siete de cada diez demandas de divorcio de parejas de diferente sexo fueron presentadas por ambos cónyuges. Hace ocho años en más del 76% de los divorcios entre personas de diferente sexo la custodia de los hijos se otorgaba a la madre.
En 2022, el 45,5% ya fueron compartidas, en el 50% de casos se dio a la madre y en el 3,5% al padre. Cada vez son más los progenitores divorciados que se reparten las cargas económicas de los hijos (39%).
La edad media de las mujeres que se divorciaron hace dos años era de prácticamente 46 años, y de 48 en el caso de los hombres.
Estos matrimonios llevaban 16 años y medio casados, aunque el 32% de los divorcios se produjo tras más de 20 años de matrimonio, un 21% llevaban entre 5 y 9 años, el 17% entre 10 y 14, el 16% entre 15 y 19, un 12% entre dos y cuatro años y el 2,5% no había celebrado aún ni el segundo aniversario.
La reducción de la conflictividad en los divorcios también podría estar relacionada con el hecho de el 45,5% de quienes se divorciaron no tenían hijos.
Un 43% tenía solo hijos menores de edad, el 4% solo tenía hijos mayores de edad pero que dependían económicamente de ellos, y el 7,3% tenía a su cargo hijos tanto mayores como menores de edad. Y en el 51% de los casos había menores sobre los que otorgar la custodia.