La economía circular es una idea que está ayudando a muchas empresas a cuidar más el planeta. En lugar de usar materiales una vez y luego tirarlos, la economía circular propone aprovechar todo lo que se pueda, reciclar y reutilizar para no generar tanta basura.
Esto es especialmente importante en la construcción y rehabilitación de edificios, porque este sector suele usar muchos recursos y producir muchos residuos.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un modelo diferente al que estamos acostumbrados. La mayoría de las cosas que usamos hoy en día siguen un modelo llamado “lineal”: se cogen materias primas de la naturaleza, se fabrican productos, y cuando ya no sirven, se tiran a la basura.
La economía circular quiere cambiar eso. Quiere que las cosas se usen muchas veces, que se reparen cuando se rompan, y que se reciclen para que los materiales vuelvan a servir para hacer otros productos nuevos. Así, se evita gastar más recursos de los necesarios y se reduce la cantidad de basura que generamos.
Por ejemplo, imagina que en lugar de tirar un ladrillo viejo cuando demuelen un edificio, ese ladrillo se limpia y se vuelve a usar en otra construcción. Esto es economía circular.
¿Por qué la economía circular es tan importante en la construcción?
El sector de la construcción es uno de los que más recursos consume y más contamina. Para construir edificios se usan materiales como cemento, ladrillos, madera, metales, y todos estos materiales requieren energía para producirse y muchas veces se extraen de la naturaleza.
Además, cuando se demolían edificios antiguos para hacer nuevos, se generan toneladas de residuos, que muchas veces no se reciclan bien y terminan en vertederos. Esto contamina el suelo, el agua y el aire.
También, la construcción usa mucha energía, no solo para fabricar materiales, sino también para las obras y para mantener los edificios funcionando (como la calefacción o el aire acondicionado).
Por eso, cambiar la forma en que se construye y se rehabilita es fundamental para cuidar el planeta. Y aquí es donde entra la economía circular, porque ayuda a usar mejor los materiales, a reciclar y a no generar tantos residuos.
¿Qué hace una empresa de rehabilitación en este modelo?
Las empresas que se dedican a arreglar y rehabilitar edificios tienen un papel muy importante en la economía circular. Cuando un edificio está viejo o deteriorado, en lugar de tirarlo todo y hacer uno nuevo, estas empresas pueden arreglarlo y mejorarlo.
Arreglar y rehabilitar significa conservar lo que ya existe, reutilizar materiales que todavía sirven y mejorar la eficiencia del edificio. Por ejemplo, pueden aprovechar ladrillos, vigas de madera o puertas que todavía están en buen estado y usarlos de nuevo. También pueden aislar mejor las paredes o poner ventanas que ahorren energía.
Así, no solo evitan que se tire tanta basura, sino que hacen que el edificio consuma menos energía cuando se usa, lo que es bueno para el medio ambiente y para los vecinos, porque bajan las facturas de luz y calefacción.
¿Cómo se reutilizan materiales en la rehabilitación?
Reutilizar materiales significa aprovechar cosas que ya existen en lugar de comprar todo nuevo. En la rehabilitación, esto puede hacerse con muchos tipos de materiales:
- Ladrillos: Los ladrillos de edificios viejos pueden limpiarse y usarse de nuevo en nuevas construcciones o para reparar paredes.
- Madera: Muchas veces, las vigas o puertas de madera pueden recuperarse y usarse para carpintería o como decoración.
- Metales: El acero, cobre y otros metales se pueden reciclar o reutilizar fácilmente.
- Vidrios y cerámicas: Se pueden limpiar o tratar para volver a usarlos o para hacer nuevas piezas decorativas.
Usar estos materiales ayuda a no extraer más recursos de la naturaleza y a reducir la cantidad de basura. Además, en muchos casos es más barato que comprar todo nuevo.
Reducir y reciclar los residuos de obra
Geneop, empresa de construcción en Madrid Capital, ponen la carta sobre la mesa: “La construcción y rehabilitación genera muchos residuos, pero no todos tienen que terminar en la basura”. Por ello, nos explican, las empresas que quieren aplicar la economía circular planifican bien su trabajo para evitar tirar materiales que todavía sirven. Separan los residuos para reciclar lo que se pueda, como madera, metales o restos de cemento.
Por ejemplo, el hormigón que sobra de una obra puede triturarse y usarse para hacer nuevos materiales de construcción. Esto ayuda a ahorrar recursos y a no llenar los vertederos.
Además, reducir los residuos no solo es bueno para el medio ambiente, sino que también baja los costes de limpieza y gestión de basura en las obras.
Cambios en el negocio de la construcción para ser más sostenible
Para que la economía circular funcione, no basta con reciclar materiales. Las empresas también tienen que cambiar su forma de trabajar y de ofrecer sus servicios.
Algunas de las prácticas que están adoptando son:
- Diseñar pensando en el futuro: Hacer edificios que puedan desmontarse fácilmente para recuperar materiales cuando ya no se usen.
- Alquilar equipos y materiales: En lugar de comprar y tirar, alquilar herramientas o materiales para que se usen varias veces.
- Priorizar la reparación: Arreglar antes que demoler, alargando la vida útil de los edificios.
- Trabajar con proveedores que respeten el medio ambiente: Usar materiales que tengan certificados de sostenibilidad.
Estos cambios hacen que las empresas sean más responsables con el planeta y también pueden ayudar a ganar más clientes que buscan opciones más verdes.
Beneficios para el medio ambiente y la sociedad
Aplicar la economía circular en la construcción trae muchas ventajas:
- Menos contaminación: Al reciclar y reutilizar materiales se genera menos basura y menos contaminación del aire y agua.
- Menos extracción de recursos: Se aprovechan los materiales que ya existen y se evita destruir más naturaleza.
- Ciudades más limpias y bonitas: Rehabilitar edificios evita que los barrios se deterioren y hace que las ciudades sean lugares más agradables para vivir.
- Más empleo local: La rehabilitación suele necesitar mano de obra especializada, lo que genera trabajos cerca de casa.
- Ahorro de dinero: Usar materiales reciclados y reducir residuos baja los costes en las obras.
Muchas empresas ya están poniendo en práctica la economía circular en construcción
Por ejemplo, hay proyectos donde se recuperan fachadas antiguas para conservar el estilo original y no tirar los ladrillos. También se usa madera recuperada para hacer vigas o muebles, y se aplican aislamientos que reducen la energía que se usa en el edificio.
Estas prácticas no solo ayudan al medio ambiente, sino que también hacen que los edificios duren más tiempo, sean más resistentes y mucho más cómodos para vivir. Además, contribuyen a mantener el valor histórico y cultural de las construcciones, haciendo que los barrios sean más atractivos para sus habitantes y visitantes, fomentando así un sentido de comunidad y pertenencia.
El compromiso con la economía circular en la construcción es una señal clara de que el sector puede evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos. Incorporar estas prácticas es clave para construir un futuro más sostenible y responsable con el planeta.
Retos para aplicar la economía circular en construcción
Aunque la economía circular tiene muchas ventajas, no todo es fácil. Hay algunos problemas que las empresas y el sector tienen que enfrentar:
- Costes iniciales: A veces, reparar y reutilizar puede costar más tiempo y dinero al principio.
- Normas poco claras: No todas las leyes apoyan o facilitan el uso de materiales reciclados o la rehabilitación.
- Cambiar la forma de trabajar: Muchas empresas están acostumbradas a hacer las cosas de una manera y les cuesta cambiar.
- Garantizar calidad y seguridad: Hay que asegurarse de que los materiales usados sean seguros y cumplan con las normas.
- Falta de formación: Es necesario enseñar a los trabajadores nuevas técnicas para aplicar la economía circular.
Para superar estos retos se necesita apoyo de gobiernos, formación y la voluntad de empresas y clientes.
Mirando al futuro
El modelo de “usar y tirar” no puede seguir así. La naturaleza y los recursos son limitados, y cuidar el planeta es responsabilidad de todos. La construcción, como sector que consume mucho, tiene que cambiar rápido.
Las empresas que apuestan por la economía circular están preparándose para el futuro. Este modelo es bueno para el planeta, para la economía y para las personas. Además, se espera que en los próximos años las leyes sean más estrictas y que la economía circular se vuelva una obligación.
Por eso, es importante que cada vez más empresas de construcción y rehabilitación adopten estas prácticas para estar listas y seguir creciendo.
¿Seguimos o cambiamos?
La economía circular es una manera de construir y arreglar edificios que ayuda a cuidar el medio ambiente y a reducir la basura. En lugar de tirar materiales y demoler edificios, la economía circular propone usar y aprovechar todo lo que se pueda.
Las empresas de rehabilitación tienen un papel fundamental en este cambio, porque arreglan y mejoran edificios antiguos, reutilizan materiales y ayudan a que las ciudades sean más sostenibles y bonitas.
Aunque hay algunos retos, como costes o falta de formación, los beneficios son claros: menos contaminación, ahorro de recursos, más empleo y edificios más eficientes y cómodos.
La economía circular es el camino para una construcción más verde y un futuro mejor para todos.
 
				 
															 
								 
								 
								 
								 
								 
								