Muchas madres y padres sienten desesperación cuando el hijo ante una negativa pierde el control. Los expertos explican que hay que actuar para evitar estos «numeritos».
En una situación de rabieta, es aconsejable mantener la calma durante todo el proceso hasta que el niño se tranquilice.
“La paciencia es fundamental para no perder los nervios frente a una rabieta y actuar impulsivamente, enfadándonos y discutiendo con nuestro hijo. Eso solamente generará más tensión y empeorará la situación”,
explica Belén González, directora de Salud de Aegon.
Si sientes que estás al límite lo mejor es ausentarse durante un momento. “Como padres, debemos ser capaces de lidiar con la desesperación y el estrés que generan esos momentos y mantenernos impasibles ante la situación pero sin desentenderse por completo. A fin de cuentas muchos de estos comportamientos serán consecuencia de un sentimiento compartido de aislamiento social”, señala la experta.
Una vez la situación se calme, siéntate a hablar con el niño y deja que te explique qué le ocurre. La revista Sapos y Princesas informa que «el autocontrol se define como la capacidad de uno mismo para dominar los pensamientos, los sentimientos o las emociones. Alguien capaz de autocontrolarse manejará mejor cualquier situación porque, en primer lugar, es capaz de detectar las emociones que siente, y después, puede afrontar cualquier situación de una forma más beneficiosa».
Con las siguientes técnicas lograrás que tu hijo se calme:
Rueda de opciones para el control del ira
Esta técnica consiste en crear junto al niño una rueda con opciones de cosas que él puede hacer para calmarse cuando se siente enfadado.
Sobre una cartulina podéis dibujar la rueda en forma de pastel y en cada porción se pega una imagen de las opciones que el niño haya mencionado. Por ejemplo: expresar cómo se siente, contar hasta diez, saltar, etc.
Meditación del globo
Con esta meditación el niño conseguirá calmarse, es importante que sienta como su abdomen se infla como un globo y se desinfla al respirar.
Escuchar música relajante
La música nos brinda calma y relax, así que cuando el pequeño se sienta estresado puedes ponerle música relajante.
Un lugar dentro de la casa
Para calmarse el pequeño puede escoger un lugar dentro de la casa. Es importante que el sitio esté decorado con elementos que lo inviten a relajarse como por ejemplo: una pizarra, música, libros, juguetes, colores, plastilina, etc.
Soplar burbujas
Este ejercicio consiste en imaginar que se hacen burbujas soplando suavemente, el pequeño consigue calmarse a través del control de la respiración. También puede soplar burbujas en un vaso con agua y con la ayuda de una pajita.
El semáforo
Es una técnica efectiva para autorregular en los niños arranques de ira. Consiste en que cuando sienta que no puede controlar esas emociones actúe como lo hace un semáforo.
El color rojo sirve para detenerse, el amarillo para pensar lo que está sucediendo y detectar posibles solicitudes, y el verde para actuar llevando a la práctica alguna de esas opciones.
Es aconsejable dibujar un semáforo y colocarlo donde pueda verlo. Cuando el niño esté muy nervioso puede ver la gráfica y la madre puede decirle las siguientes frases:
–Luz Roja: Alto, tranquilízate y piensa antes de actuar.
–Luz Amarilla: Piensa soluciones.
–Luz Verde: Puedes poner en práctica la mejor solución.
Crear una bolita antiestrés
Para crear una pelota antiestrés tienes que conseguir un globo grueso y rellenarlo con arroz. Si no encontrado uno grueso, también puedes meter uno dentro de otro. Para que está técnica sea divertida puedes pintarle una carita y ponerle un nombre.
Tocar agua o arena
Los profesionales del Centro Psicopedagógico Cristina Hormigos explican que los niños se calman al estar en contacto con elementos de la naturaleza.
Si el niño se enfada puede meter las manas en un cubo con agua y agregarle shampoo, para que sea más relajante. ¡También puede jugar con arena y rastrillos, ya que jugar con la arena distrae y entretiene!
Yoga
«Las técnicas de meditación como el yoga, las respiraciones o simplemente relajar la mente y el cuerpo es fundamental para que los niños aprendan a canalizar el estrés», informa la revista Eres Mamá.
Ofrecer un abrazo
Es muy bonito recibir abrazos de quienes queremos, ya que el amor produce oxitocina, una hormona que regula las emociones estresantes.
A muchos niños les cuesta recibirlos en el momento en el que están enfadados y estresados, por eso debes preguntar antes al pequeño si un abrazo le ayudaría a calmarse o si prefiere usar otra técnica.
Imitación
El niño imita el comportamiento de los padres, así que tú eres un ejemplo de conducta. ¡Los padres no pueden perder el control ante el estrés!