Casi todos los materiales que nos podamos imaginar pueden ejercer un impacto sobre el medioambiente. Un impacto que puede ser positivo o negativo. Todos los materiales que se han venido usando a lo largo de la Historia han tenido un impacto negativo sobre nuestro entorno. Ha sido solo a finales del siglo XX y durante el XXI cuando hemos empezado a tener la capacidad y la conciencia necesarias para empezar a hacer las cosas de otra manera y a preocuparnos por el estado de salud del planeta. Ya era hora. Es una lástima no haberlo hecho antes.
En los párrafos que siguen, vamos a hablar del impacto que tiene un elemento como la cerámica, ampliamente utilizado en todo lo que tiene que ver con la construcción. Por todos y todas es sabido que una actividad de tanta relevancia para nuestro país como lo es esta genera un impacto sobre nuestro medioambiente. Y, por tanto, debemos tener en consideración todo lo que sea estrictamente necesario para paliar todos esos efectos que se generan como consecuencia de labores propias de la construcción. Ni que decir tiene que el uso de la cerámica, que es un material respetuoso para con nuestro entorno, es una buena manera de apostar por ello.
En una información que vio la luz en la página web Vidamasverde.com se indicaba que hay diez razones por las cuales la baldosa cerámica puede ser considerada como un material muy sostenible. Esas razones son las que siguen:
- Existe cerámica que es capaz de absorber dióxido de carbono.
- Al reducirse el grosor de la cerámica de hoy en día, se ha reducido el consumo de materias primas que se usan en su elaboración.
- Existen baldosas cerámicas que se pueden ensamblar sin necesidad de usar cemento.
- Hablamos de un material que es muy resistente a los desafíos ambientales. Por tanto, va a durar más y va a tener un impacto menor a nivel ambiental.
- Es un material muy versátil y que puede usarse en superficies verticales y horizontales.
- Se adapta perfectamente a la forma de los edificios para los que es elaborada.
- Requiere de un mantenimiento que podríamos considerar como escasa.
- Hablamos de una cerámica que no transmite ni olores ni bacterias.
- No pierde ni su color ni su intensidad por mucho que esté expuesta a rayos solares. Esto hace que su durabilidad en los edificios sea mayor.
- Gracias a las nuevas superficies de cerámica que son autolimpiables, se reduce de una manera considerable el consumo de agua.
En otra información, en este caso publicada en el portal web Tecnohotelnews, se informaba de cuál era el papel de la cerámica en la construcción sostenible de edificios. Teniendo en cuenta todo lo que os hemos comentado en el ranking anterior, hay motivos más que de sobra para considerar a la cerámica como uno de los materiales más eficientes para usar en la construcción de edificios. Está claro que del uso de materiales como estos depende la calidad de nuestro entorno y, por tanto, la calidad de nuestra salud.
La cerámica se ha convertido en uno de los materiales que generan un impacto más positivo para el medioambiente… y ese es el motivo por el que cada vez se apuesta más por ese material en el sector de la construcción. Así nos lo han hecho saber los y las profesionales de Cerámica para Arquitectura, indicando al mismo tiempo que el uso de estos materiales no solo es algo que se haya incentivado en un país como España, sino que se trata de algo bastante compartido por varios de los países de la Unión Europea y de las principales potencias mundiales.
Un material en el que seguir confiando
Como es lógico después de todo lo que hemos contado, la cerámica va a seguir incrementando su presencia en el sector de la construcción en los próximos años. Todo lo que sea medioambientalmente sostenible va a tener un impacto muy positivo en la mente de la gente, tal y como viene sucediendo hasta ahora, y hay que incentivar cualquier material que pueda ayudar a que el entorno en el que estamos sea un poquito mejor cada día. Tanto nuestros propios «yo» del futuro como las generaciones venideras nos lo agradecerán.
Además, la cerámica es un material que se viene usando tanto en construcciones nuevas (menos habituales a día de hoy) como en rehabilitaciones (que son los trabajos de moda en el sector de la construcción), por lo que tiene pinta de que va a seguir siendo un seguro para un montón de constructoras. Y está bien que así sea. La seguridad que proporciona a la vivienda y los beneficios que aporta a un país que produce bastante cerámica como el nuestro nos dan la razón en ese sentido. Esperamos que así siga siendo de cara al futuro próximo.