Cada día escuchamos o vemos en las noticias que debemos prepararnos para el invierno complicado que nos espera en lo que a materia energética se refiere. Y es que de un tiempo para esta parte los precios de la energía no parar de subir, al igual que el del gasoil para calderas o el de la madera o pellets para chimeneas. Esto se traduce en que el presupuesto que destinábamos a calefacción para pasar el invierno se ha incrementado exponencialmente y debemos de buscar ciertas fórmulas para ahorrar en la factura de la energía.
Así, a lo largo de las siguientes líneas os queremos trasladar una aproximación a las formas más fáciles de conseguir ahorrar energía y dinero en vuestro hogar con una serie de sencillos y útiles consejos que podréis aplicar en el día a día y que, sumados todos ellos, os permitirán llegar un poco menos apretados a final de mes.
- Apagar los aparatos que se mantienen en standby es sinónimo de eliminar un electrodoméstico. Tan solo hace falta dar un vistazo rápido por nuestra casa para ver la cantidad de aparatos, ya sean electrodomésticos o no, que se quedan en standby cada día. Por ello, si queremos ahorrar debemos saber que, si dejamos los aparatos eléctricos en modo de espera, con la luz roja de standby encendida, gastaremos al año 231 kWh, casi lo mismo que consume un lavavajillas (246 kW) y más que de lo que consume un ordenador (172 kWh), tal y como mencionan cada año los informes de datos del IDAE y Eurostat.
- Colocar bien el aparato que más gasta. Con diferencia, la nevera, la cual tiene que estar encendida las 24 horas, es el electrodoméstico con mayor consumo de energía. Por ello, saber dónde ubicarla correctamente es primordial para reducir su consumo hasta en un 15 %. En este sentido, los expertos del Instituto Catalán de la Energía recomiendan dejar espacio libre en su parte posterior, para que circule el aire, y situar el frigorífico en un lugar donde no le dé el sol directamente ni pueda alcanzarle el calor del horno, ya que, de no ser así, su consumo aumentará de forma exponencial al tener que hacer frente a los cambios de temperatura bruscos del sol o del horno.
- Lavar en frío ahorra hasta un 90%. Hoy en día, calentar el agua supone hasta un 90% de la energía que utiliza una lavadora. En este sentido, si lo que buscamos es ahorrar, lo cierto es que es vital utilizar programas de baja temperatura o lavado en frío, puesto que disminuye de forma muy significativa el consumo. Además, en la actualidad, muchas empresas de diversos sectores optan por recurrir a las máquinas de Lavatur, puesto que están optimizadas para conseguir el mejor resultado con el mínimo gasto, algo que, sin duda alguna, hoy en día es de vital importancia y se traduce en que diferentes comunidades de propietarios ya se estén planteando su uso para bajar la factura de la luz.
- Lavavajillas siempre lleno. Asegurarse de que el lavavajillas está lleno es la condición básica para hacer un uso energéticamente eficiente de este electrodoméstico. Este hábito será incluso mucho más efectivo si realmente contamos con un aparato de un tamaño adaptado a nuestras necesidades.
- No abrir el horno mientras cocinamos. Hacerlo comporta perder como mínimo un 20% de la energía acumulada en su interior, por lo que es aconsejable evitarlo mientras cocinamos a menos que sea imprescindible. En este sentido, todos o casi todos los hornos incorporan un cristal y una luz por a través del que podemos ver el interior del electrodoméstico sin gastar más energía de la necesaria.
- Climatización, la mínima posible. La calefacción y el aire acondicionado suman el 16% del gasto de energía en un hogar, lo que nos da una idea de la necesidad de optar por vestirnos de la forma más acorde a la época del año para reducir el gasto y su impacto medioambiental.
Ahorra hasta un 80% en el gasto de luz con las bombillas de bajo consumo
Según diversos estudios, 80% es el porcentaje de ahorro que podemos conseguir cambiando las bombillas tradicionales de nuestro hogar por otras de bajo consumo o tipo led. Si bien es cierto que la inversión inicial es un poco más alta, lo cierto es que a la larga suponen un ahorro importante en la factura de la luz. Del mismo modo, otras medidas complementarias, como pintar techos y paredes con colores claros, también nos permitirán reducir el uso de luz artificial.