Como cada año, llega el invierno y con él los primeros síntomas de gripes en nuestro país. Si bien, no en todos los casos nos encontramos con esta enfermedad, ya que muchos de nosotros la solemos confundir con un simple resfriado. En este sentido, los síntomas más frecuentes de la gripe son fiebre, tos seca, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, dolor de garganta y secreción nasal.
No obstante, a pesar de confundirnos de forma habitual con el resfriado, lo cierto es que cada año, millones de personas contraen la gripe y, por suerte, la mayoría se recupera en una semana, pero para unos pocos desafortunados la gripe puede ser mortal. Además, en muchos casos, los ciudadanos necesitan asistencia médica para poder superar esta enfermedad y, prueba de ello la encontramos en el hospital Zendal de Madrid, el cual está saturado tres días después de empezar los traslados de pacientes con gripe de otros centros.
En este sentido, un buen indicador para saber si tenemos o no fiebre es tomarnos la temperatura y, para ello, Ibertronix dispone de una amplia gama de cámaras termográficas que nos ayudan a detectar elevaciones de nuestra temperatura, así como se hacen fundamentales en otros países. Esto se debe a que, en nuestro país, las epidemias de gripe estacional suelen ocurrir a finales de otoño e invierno, por lo que podemos preverlas y prepararnos en consecuencia, mientras que, en las regiones tropicales, la gripe puede ocurrir durante todo el año, causando brotes más irregulares, pero la prevención sigue siendo importante y, por ello, para estos lugares se hace vital contar con cámaras termográficas.
Del mismo modo, para protegernos a nosotros mismos y a quien nos rodea es realmente importante seguir los siguientes consejos:
- Sin duda alguna, la vacunación anual es la manera más eficaz de protegerse contra la gripe y las complicaciones graves, pero no solo eso, sino que la vacunación es especialmente importante para las embarazadas, durante toda la gestación. Pero también es crucial para los niños de 6 meses a 5 años, los ancianos, los pacientes con enfermedades crónicas y los trabajadores de la salud. Además, debemos recordar que la vacuna contra la gripe no puede contagiarnos la gripe y los dolores o la fiebre después de la vacunación son reacciones completamente normales y naturales que solo suelen durar uno o dos días.
- Lavarse las manos regularmente. Aunque no debería hacer falta decirlo, lo cierto es que las manos limpias protegen contra muchas infecciones, entre ellas la gripe. Así, mantener las manos limpias es una manera fácil de mantenerse saludable, tanto nosotros, como nuestra familia. En este sentido, para hacerlo correctamente debemos de lavar las manos con jabón y agua corriente regularmente y secarlas bien con una toalla de un solo uso. También podemos usar una solución con alcohol si no disponemos de agua y jabón. Por último, para que os hagáis una idea del tiempo necesario para limpiar las manos correctamente es esencial lavarse las manos tanto tiempo como el que nos lleva cantar el cumpleaños feliz dos veces.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca. Esto se debe a que la vía más probable de entrada de gérmenes al organismo es a través de los ojos, la nariz y la boca. En este sentido, como os imagináis, no es posible controlar todo lo que se inhala, pero se puede reducir el riesgo de infección manteniendo las manos alejadas de la cara. Por ello, si tenemos que tocarnos los ojos, la nariz o la boca, debemos de hacerlo con un pañuelo de papel limpio o lavarnos las manos primero.
- Evitar estar cerca de personas enfermas. La gripe es contagiosa y se propaga fácilmente en espacios llenos de gente, como transportes públicos, escuelas, residencias de ancianos y eventos públicos. Esto se debe a que cuando una persona infectada tose o estornuda, las gotitas que contienen el virus pueden propagarse hasta un metro e infectar a otras personas que las inhalan.
- Si no te sientes bien, quédate en casa. Si tienes gripe, estar cerca de otras personas las pone en riesgo y esto es especialmente cierto y peligroso en el caso de las personas con enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardíacas y el VIH. Por ello, aislándose rápidamente podemos evitar la propagación de la gripe y salvar vidas.
¿Cuáles son los síntomas más habituales de la gripe?
La gripe se puede manifestar con diversos síntomas, pero, sin duda alguna, el primer síntoma es una fiebre entre 39º y 41º C. Si bien, cabe reseñar que un adulto normalmente tiene una fiebre más baja que un niño. Pero este no es el único síntoma que nos encontramos, puesto que, otros síntomas comunes son:
- Dolores en el cuerpo.
- Escalofríos.
- Rubefacción de la cara.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas y vómitos.